Cuidados con la Manipulación de Energías
Todo umbandista esclarecido sabe que no existe magia, en el sentido estricto de la palabra. Lo que convencionalmente llamamos “magia” es, en la verdad, la manipulación de energías sutiles, retiradas de elementos materiales y sumados a la energía de la voluntad de aquel que realiza el “acto mágico”.

De un modo general, las entidades que militan en la Corriente Astral de Umbanda son eximias manipuladoras, de estos elementos y, por consiguiente, especialistas en la ciencia astral que conocemos como magia.

Estas entidades conocen las propiedades de velas, tabaco, agua, alcohol (manipulado bajo la forma de bebidas), hierbas, flores, cristales, más allá de símbolos e iconos, como ropas y fotografías de personas que son pedidas para la realización de trabajos a fin de efectuar curas o descargas, o defensa espiritual de consultantes que no pueden, o no quieren ir a los trabajos.

El conocimiento de las propiedades, aliados al cómo hacer, torna los trabajos realizados en verdaderas bendiciones para aquellos a quien estos trabajos son dirigidos, trayendo salud, paz, equilibrio, armonía, o cualquier otra cosa del que el paciente esté necesitando, siempre en la medida del merecimiento, es claro.

Lo que es absolutamente necesario saber sobre esto – y que infelizmente muchas personas desconocen – es que los mejores remedios que ya fueron y son fabricados, si no fueran utilizados de forma correcta, pueden volverse perjudiciales, o hasta incluso fatales. Pues lo mismo ocurre con los trabajos de manipulación realizados en la Umbanda.

Entidades umbralinas comprometidas con la práctica del mal también son grandes manipuladoras y acostumbran utilizar los mismos elementos manipulados por las entidades bienhechoras, para producir verdaderas bombas astrales que son dirigidas contra aquellos que se encuentran en sus listas de persecución. La única diferencia básica existente entre los materiales es que las entidades umbralinas acostumbran servirse de productos de origen animal, como carne y sangre. Por esta razón, la Umbanda verdadera, comprometida con el bien, jamás utiliza tales productos en sus trabajos, bajo ninguna hipótesis, en ninguna circunstancia.

Incluso así, los malhechores del astral no pierden una oportunidad de hacer su trabajo y, en esta hora, cualquier cosa sirve (cabe recordar que entre presos, hasta incluso una pluma puede ser convertida en arma peligrosa), por esto es necesario que se tenga el más absoluto cuidado en la práctica de trabajos de manipulación.

El umbandista esclarecido sabe que una simple vela encendida sin la debida orientación, puede ser mal utilizada y traer resultados desastrosos, completamente diferentes de aquellos que eran esperados, así, el camino seguro es siempre el de solamente hacer aquello que es debidamente orientado por las entidades de la casa, siguiendo las orientaciones que fueran dadas, siempre al pie de la letra, a fin de que el acto alcance realmente el objetivo pretendido.

Pocos encarnados tienen conocimientos seguros en el área de la manipulación de energías sutiles. Esta ciencia es todavía un monopolio de las entidades actuantes y solamente ellas son capaces de orientar la manera correcta de hacerse un trabajo.

Por eso, hermano umbandista, sea cauteloso, sea prudente, esté siempre vigilante y no ceda en ningún momento a la tentación de hacer cualquier tipo de trabajo por cuenta propia, contando con sus insignificantes conocimientos aprendidos en la práctica acostumbrada de los Terreiros. Muchas veces un trabajo hecho sin orientación con objetivo de hacer el bien a un ente querido, puede tener efecto totalmente contrario a aquel pretendido y traer consecuencias indeseables, a veces, hasta trágicas.

Siempre que se siente necesario hacer algún trabajo para sí mismo, o para otra persona, busque la orientación de una entidad de su confianza, desde que esa entidad esté atendiendo dentro del terreiro, en condiciones de seguridad habituales para los días de trabajo.

Esto es sensatez.

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.