¿Qué es un Kiumba? (quiumba)
Existen casos de médiums incautos, no doctrinados, ignorantes y no evangelizados, que abren las puertas de su mediumnidad para la actuación de Kiumbas, verdaderos marginales del bajo astral, que todo harán para ridiculizar, no solo al médium, como el terreiro, bien como la Umbanda.
En muchas incorporaciones donde la entidad espiritual ahora se hace presente como guía espiritual y ahora como guardián, o es la presencia del animismo del médium (arquetipo) o es la presencia de un kiumba.
Vamos a estudiar y entender la actuación de los Kiumbas, para una fácil identificación:
El Kiumba nada más que el marginal del bajo astral, y también es considerado un tipo de obsesor. Espíritus endurecidos y malévolos, que hacen el mal por el simple placer de hacer, y todo lo que es de la luz y lo que es del bien lo quieren a toda costa destruir. Esos espíritus “kiumbas” viven en lo que conocemos por “umbral” donde no hay orden de especie alguna, donde no hay gobernantes y es cada uno por si. Muchas veces son reclutados a través de propinas, por los magos negros para que actúen en algún descontento.
En la Umbanda existe una corriente de luz, denominada de Boiadeiros, que son especializados en desobsesión, en caza y captura de esos marginales (los kiumbas los temen mucho) y los traen hasta nosotros para que a través de la mediumnidad redentora puedan ser “tratados”, o sea, tendrán su cuerpo energético negativo paralizado a través de la incorporación y serán llevados para las celdas presiónales de las cofradías de Umbanda donde serán debidamente agotados y futuramente se transformaran en un sufriente, y allí si estarán prontos a ser encaminados a los puestos de socorros espirituales más avanzados, pues ya se liberaron a través del sufrimiento de toda maldad adquirida.
El proceso que debemos realizar para evitar a nuestros hermanos “kiumbas” es el mismo de la obsesión, pero, el proceso para “tratarlos” es peculiar a Umbanda y cada caso es analizado particularmente por los guías espirituales que utilizan diversas formas (que conocemos como arsenal de la Umbanda) para desestructurar las manifestaciones perjudiciales negativas de esos, nuestros hermanos.
¿Cómo identificar un kiumba incorporado?
Lo que infelizmente observamos en la mediumnidad de muchos es la apertura para la actuación de verdaderos kiumbas, haciéndose pasar por Exus, Pombas Gira o incluso Guías Espirituales, trayendo desgracias en la vida del médium y de todos a los que a él se acercan. Noten bien, que un kiumba, ser tenebroso e inteligente, solamente actuará en la vida de alguien si esta persona fuese concomitante con él, en sus actos y en su vida. Los afines se atraen, el médium disciplinado, doctrinado y evangelizado, jamás será comida viva de esas entidades. Acuérdese que el astral superior es sabio y permite ese tipo de actuación y vibración para que el médium ajuste y corrija sus errores, volviendo a la línea justa de su equilibrio e iniciación. Como los kiumbas son inteligentes, cuando actúan sobre un médium, haciéndose pasar por un guardián e inmediatamente asumen un nombre, que jamás será el mismo de los guardianes de ley, pues son conocedores de la gravedad del hecho, pues cuando asumen un nombre exotérico o cabalístico iniciativo de un verdadero guardián inmediatamente y severamente serán castigados.
Por eso vemos, infelizmente, en muchos médiums, esos hermanos del bajo astral incorporados, indecorosos, jocosos, pedantes, ignorantes, maledicentes, chismosos y sin clase alguna; cuando están incorporados; machistas, con deformidades contundentes, frunciendo el ceño, sin educación, con payasadas horrorosas y generalmente ojos abultados. Muchos se portan con total falta de higiene, babeando, gruñendo, arrastrándose por el suelo, comiendo carne cruda, pimientas, ingiriendo grandes cantidades de bebidas alcohólicas, fumando hecho un desesperado, amenazando a todo y a todos.
Generalmente quedan con el pecho desnudo (eso cuando no se quitan toda la ropa); utilizan inmensos horquillas negras en las manos. Generalmente en los ambientes en que predomina la presencia de Kiumbas, todo es escenificación, fantasía, chismes, libertinaje, brujería para todo, músicas (puntos) ensordecedores y desconectándolas, remitiéndonos a estar nosotros presentes en un gran banquete entre marginales y personas de moral dudosa. En esos ambientes, las consultas son exclusivamente efectuadas, para casos amorosos, políticos, empresarios, bribonería, castigar al vecino, algún familiar, un ex-amigo, el patrón, etc. Los atendimientos son preferenciales, dando una gran atención a los marginales, traficantes, evasores, estafadores, odiosos, envidiosos, pedantes, malandros, alcoólatras, drogados, etc… siempre incentivando, y dando guarida a tales individuos, procediendo al cerramiento de cuerpos, distribuyendo “Amuletos y guías” a fin de protegerlos. Con certeza, en este ambiente estará un Kiumba como mentor.
Ciertamente será un Kiumba, cuando este pide el nombre de algún desafecto para formular alguna hechicería para derrumbarlo o destruirlo. Los Kiumbas acostumbran convencer a las personas de que son portadores de demandas, magias negras, hechicerías, mal de ojo, envidia, etc. Inexistentes, siempre dando nombre a los buenos, o sea, identificando al capataz de la magia negra, generalmente un inocente (pariente, amigo, pai de santo, etc.) para que la persona quede con rabia u odio, y haga un contra hechizo a fin de pretender alcanzar al inocente para derrumbarlo. Actuando así, así, matan dos conejos con una sola pedrada: hundiendo un poco más al consultor incauto que irá a crear una condición de antipatía por el pretendido hechor de la magia, y por el inocente que pretenden perjudicar.
Los Kiumbas invariablemente exigen rituales disparatados, y una ofrenda atrás de otra, todas dispersas a mucha carne cruda, bebidas alcohólicas, sangre y otros materiales de bajo tenor vibratorio.
Escucha bien, que siempre irán a existir tales ofrendas constantemente, a fin de alimentarles sus sórdidas manipulaciones contra los de la luz, y siempre efectuadas en las dichas encrucijadas de la calle o del cementerio, morada de los Kiumbas.
Por el modo de hablar: inapropiado para cualquier ambiente (injurias); es impresionante como alguien puede permitirse oír palabrotas horrorosas, con tal de estar delante de una presunta entidad a trabajo de la luz.
Por las vestimentas: son exuberantes, exigentes y siempre piden dinero y joyas a sus médiums y consultores. Los Kiumbas incitan la lujuria, incentivan a las traiciones conyugales, las separaciones matrimoniales y generalmente cuando están incorporados, gustan de tener como cambones, a alguien del sexo opuesto del médium, generalmente más nuevos y bonitos (imaginen lo que vendrá de todo eso). Los Kiumbas, en los atendimientos gustan de frotarse en las personas, generalmente pasando las manos del médium por todo el cuerpo del consultor, principalmente en las partes genitales. Los Kiumbas incorporados consiguen convencer algunos consultores, que deben hacer sexo con él, a fin de librarse de posibles magias negras que están perturbando su vida amorosa. Y todavía tiene gente que cae en esa. Si fuese una Kiumba, incluso incorporadas en hombres, acostumbran alterar el modo de portarse, haciendo con que el hombre quede con payasadas femeninas. Acostumbran también a travestir al médium (hombre) con ropas femeninas con derecho a maquillaje y bisuterías. Los Kiumbas atienden a cualquier tipo de pedido, lo que un guía espiritual o un guardián de ley jamás harían. Al contrario, ellos orientan bien al consultor o su médium, de la gravedad y de las consecuencias de su pedido infeliz. Los Kiumbas (y solo los kiumbas) adoran realizar trabajos de amarre, convenciendo a todos de que tales trabajos son necesarios y que traerán a la persona amada de vuelta (alegre engaño quien así piensa). Olvídese de que existe una ley mayor que todo ve y todo provee. Si fuese así tan fácil “amarrar” a alguien, ciertamente no existirían tantos solteros por esté país y fuera. Los Kiumbas hacen de un todo para acabar con un matrimonio, un enamoramiento, una familia, incitando los chismes, desuniones y magias negras.
En el caso de Kiumbas pasándose por un guía espiritual o incluso un guardián, generalmente se valen de nombres esdrújulos, que remite inferioridad, a la condición de baja moral, tenga cuidado; con certeza es la presencia de un Kiumba, o es puro animismo del médium. Es solo observar, es simplemente verificar la presencia de un kiumba en algún médium. Todo lo que fuese deshonesto, desamor, desunión, falta de vigilancia a los preceptos enseñados por el evangelio de nuestro señor Jesucristo, personalmente, egocentrismo, egolatrías, sexo, falta de moral, etc. Con certeza estará en la presencia de un Kiumba. ¡Cuidado mis hermanos! No caigan en esa trampa, cuando un kiumba se agarra vibratoriamente en un médium, difícilmente debilitaran a aquellos que los alimentan con negatividad dándoles guarida por afinidad.
Existen casos de médiums incautos, no doctrinados, ignorantes y no evangelizados, que abren las puertas de su mediumnidad para la actuación de Kiumbas, verdaderos marginales del bajo astral, que todo harán para ridiculizar, no solo al médium, como el terreiro, bien como la Umbanda.
En muchas incorporaciones donde la entidad espiritual ahora se hace presente como guía espiritual y ahora como guardián, o es la presencia del animismo del médium (arquetipo) o es la presencia de un kiumba.
Vamos a estudiar y entender la actuación de los Kiumbas, para una fácil identificación:
El Kiumba nada más que el marginal del bajo astral, y también es considerado un tipo de obsesor. Espíritus endurecidos y malévolos, que hacen el mal por el simple placer de hacer, y todo lo que es de la luz y lo que es del bien lo quieren a toda costa destruir. Esos espíritus “kiumbas” viven en lo que conocemos por “umbral” donde no hay orden de especie alguna, donde no hay gobernantes y es cada uno por si. Muchas veces son reclutados a través de propinas, por los magos negros para que actúen en algún descontento.
En la Umbanda existe una corriente de luz, denominada de Boiadeiros, que son especializados en desobsesión, en caza y captura de esos marginales (los kiumbas los temen mucho) y los traen hasta nosotros para que a través de la mediumnidad redentora puedan ser “tratados”, o sea, tendrán su cuerpo energético negativo paralizado a través de la incorporación y serán llevados para las celdas presiónales de las cofradías de Umbanda donde serán debidamente agotados y futuramente se transformaran en un sufriente, y allí si estarán prontos a ser encaminados a los puestos de socorros espirituales más avanzados, pues ya se liberaron a través del sufrimiento de toda maldad adquirida.
El proceso que debemos realizar para evitar a nuestros hermanos “kiumbas” es el mismo de la obsesión, pero, el proceso para “tratarlos” es peculiar a Umbanda y cada caso es analizado particularmente por los guías espirituales que utilizan diversas formas (que conocemos como arsenal de la Umbanda) para desestructurar las manifestaciones perjudiciales negativas de esos, nuestros hermanos.
¿Cómo identificar un kiumba incorporado?
Lo que infelizmente observamos en la mediumnidad de muchos es la apertura para la actuación de verdaderos kiumbas, haciéndose pasar por Exus, Pombas Gira o incluso Guías Espirituales, trayendo desgracias en la vida del médium y de todos a los que a él se acercan. Noten bien, que un kiumba, ser tenebroso e inteligente, solamente actuará en la vida de alguien si esta persona fuese concomitante con él, en sus actos y en su vida. Los afines se atraen, el médium disciplinado, doctrinado y evangelizado, jamás será comida viva de esas entidades. Acuérdese que el astral superior es sabio y permite ese tipo de actuación y vibración para que el médium ajuste y corrija sus errores, volviendo a la línea justa de su equilibrio e iniciación. Como los kiumbas son inteligentes, cuando actúan sobre un médium, haciéndose pasar por un guardián e inmediatamente asumen un nombre, que jamás será el mismo de los guardianes de ley, pues son conocedores de la gravedad del hecho, pues cuando asumen un nombre exotérico o cabalístico iniciativo de un verdadero guardián inmediatamente y severamente serán castigados.
Por eso vemos, infelizmente, en muchos médiums, esos hermanos del bajo astral incorporados, indecorosos, jocosos, pedantes, ignorantes, maledicentes, chismosos y sin clase alguna; cuando están incorporados; machistas, con deformidades contundentes, frunciendo el ceño, sin educación, con payasadas horrorosas y generalmente ojos abultados. Muchos se portan con total falta de higiene, babeando, gruñendo, arrastrándose por el suelo, comiendo carne cruda, pimientas, ingiriendo grandes cantidades de bebidas alcohólicas, fumando hecho un desesperado, amenazando a todo y a todos.
Generalmente quedan con el pecho desnudo (eso cuando no se quitan toda la ropa); utilizan inmensos horquillas negras en las manos. Generalmente en los ambientes en que predomina la presencia de Kiumbas, todo es escenificación, fantasía, chismes, libertinaje, brujería para todo, músicas (puntos) ensordecedores y desconectándolas, remitiéndonos a estar nosotros presentes en un gran banquete entre marginales y personas de moral dudosa. En esos ambientes, las consultas son exclusivamente efectuadas, para casos amorosos, políticos, empresarios, bribonería, castigar al vecino, algún familiar, un ex-amigo, el patrón, etc. Los atendimientos son preferenciales, dando una gran atención a los marginales, traficantes, evasores, estafadores, odiosos, envidiosos, pedantes, malandros, alcoólatras, drogados, etc… siempre incentivando, y dando guarida a tales individuos, procediendo al cerramiento de cuerpos, distribuyendo “Amuletos y guías” a fin de protegerlos. Con certeza, en este ambiente estará un Kiumba como mentor.
Ciertamente será un Kiumba, cuando este pide el nombre de algún desafecto para formular alguna hechicería para derrumbarlo o destruirlo. Los Kiumbas acostumbran convencer a las personas de que son portadores de demandas, magias negras, hechicerías, mal de ojo, envidia, etc. Inexistentes, siempre dando nombre a los buenos, o sea, identificando al capataz de la magia negra, generalmente un inocente (pariente, amigo, pai de santo, etc.) para que la persona quede con rabia u odio, y haga un contra hechizo a fin de pretender alcanzar al inocente para derrumbarlo. Actuando así, así, matan dos conejos con una sola pedrada: hundiendo un poco más al consultor incauto que irá a crear una condición de antipatía por el pretendido hechor de la magia, y por el inocente que pretenden perjudicar.
Los Kiumbas invariablemente exigen rituales disparatados, y una ofrenda atrás de otra, todas dispersas a mucha carne cruda, bebidas alcohólicas, sangre y otros materiales de bajo tenor vibratorio.
Escucha bien, que siempre irán a existir tales ofrendas constantemente, a fin de alimentarles sus sórdidas manipulaciones contra los de la luz, y siempre efectuadas en las dichas encrucijadas de la calle o del cementerio, morada de los Kiumbas.
Por el modo de hablar: inapropiado para cualquier ambiente (injurias); es impresionante como alguien puede permitirse oír palabrotas horrorosas, con tal de estar delante de una presunta entidad a trabajo de la luz.
Por las vestimentas: son exuberantes, exigentes y siempre piden dinero y joyas a sus médiums y consultores. Los Kiumbas incitan la lujuria, incentivan a las traiciones conyugales, las separaciones matrimoniales y generalmente cuando están incorporados, gustan de tener como cambones, a alguien del sexo opuesto del médium, generalmente más nuevos y bonitos (imaginen lo que vendrá de todo eso). Los Kiumbas, en los atendimientos gustan de frotarse en las personas, generalmente pasando las manos del médium por todo el cuerpo del consultor, principalmente en las partes genitales. Los Kiumbas incorporados consiguen convencer algunos consultores, que deben hacer sexo con él, a fin de librarse de posibles magias negras que están perturbando su vida amorosa. Y todavía tiene gente que cae en esa. Si fuese una Kiumba, incluso incorporadas en hombres, acostumbran alterar el modo de portarse, haciendo con que el hombre quede con payasadas femeninas. Acostumbran también a travestir al médium (hombre) con ropas femeninas con derecho a maquillaje y bisuterías. Los Kiumbas atienden a cualquier tipo de pedido, lo que un guía espiritual o un guardián de ley jamás harían. Al contrario, ellos orientan bien al consultor o su médium, de la gravedad y de las consecuencias de su pedido infeliz. Los Kiumbas (y solo los kiumbas) adoran realizar trabajos de amarre, convenciendo a todos de que tales trabajos son necesarios y que traerán a la persona amada de vuelta (alegre engaño quien así piensa). Olvídese de que existe una ley mayor que todo ve y todo provee. Si fuese así tan fácil “amarrar” a alguien, ciertamente no existirían tantos solteros por esté país y fuera. Los Kiumbas hacen de un todo para acabar con un matrimonio, un enamoramiento, una familia, incitando los chismes, desuniones y magias negras.
En el caso de Kiumbas pasándose por un guía espiritual o incluso un guardián, generalmente se valen de nombres esdrújulos, que remite inferioridad, a la condición de baja moral, tenga cuidado; con certeza es la presencia de un Kiumba, o es puro animismo del médium. Es solo observar, es simplemente verificar la presencia de un kiumba en algún médium. Todo lo que fuese deshonesto, desamor, desunión, falta de vigilancia a los preceptos enseñados por el evangelio de nuestro señor Jesucristo, personalmente, egocentrismo, egolatrías, sexo, falta de moral, etc. Con certeza estará en la presencia de un Kiumba. ¡Cuidado mis hermanos! No caigan en esa trampa, cuando un kiumba se agarra vibratoriamente en un médium, difícilmente debilitaran a aquellos que los alimentan con negatividad dándoles guarida por afinidad.