El Anima de Mata e´Silva

Los llanos de Apure están plenos de leyendas, mitos y creencias que responden a la muy particular idiosincrasia del habitante de esas tierras. Abundan en Apure leyendas y creencias populares que se han incorporado a la práctica religiosa aceptada.

Una de esas creencias populares apureñas es El Ánima de Mata e´ Silva. A dicha alma se le atribuyen numerosos milagros; principalmente de salud y solución de otros graves problemas. Los devotos refieren que el ánima mora en la Mata conocida como Mata e’ Silva. Esa Mata está atravesada por la carretera asfaltada que une a Achaguas con Mantecal. En dicho bosque se halla a la vera de la carretera, una hermosa capillita, constituida por una puerta principal y dos ventanas al frente; a ambos lados de la misma se hallan sendos corredores techados con láminas de zinc galvanizado. El recinto principal tiene aproximadamente dos metros y medio de ancho, por tres de largo. Los corredores sirven de sitio de espera y rezo para los peregrinos. Dentro de la capillita, se observan permanentemente gran cantidad de cirios encendidos tamaños en demostración de la fe de los agradecidos devotos.

A esta ánima se le atribuyen numerosos hechos de sanación y solución de angustiantes problemas; en tal sentido los devotos expresan sus testimonios; por ejemplo, el de un creyente que cuenta que su pequeña hija, cuando apenas tenía quince días de nacida, fue víctima de una severa diarrea que ningún médico podía controlar, él creía que su niña moriría por lo que angustiado acudió a ese lugar, a rogarle al ánima que la salvara; de allí esperanzado la llevó a otro médico y felizmente fue sanada.

Otra creyente manifiesta que ella acude frecuentemente a la capilla desde la población de Mantecal donde vive. Cuando llega a la Mata, se pone a barrer y a limpiar la capilla por dentro y por fuera; expresa que es devota desde hace ocho años, a la cual le debe muchos favores y todo lo que le pide se lo concede.

Un taxista de San Fernando, nativo de la población de Achaguas, cuenta que en su caso, era su esposa quien padecía una constante hemorragia, pensó que padecía de una enfermedad maligna, por lo que desesperado, acudió a ese lugar y rogó al ánima la salvara; quedando librada de ese padecimiento.
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En esa capillita se observan muchísimas placas metálicas, las cuales fueron colocadas por fieles devotos procedentes de distintos lugares del país, quienes agradecidos le han llevado esos reconocimientos por el favor concedido. Otros colocan dinero. En ese sentido un barbero que tiene su negocio en San Fernando, dice que así como esta ánima es generosa con sus seguidores, también castiga a los ladrones. Refiere el caso de un muchacho quien procedente de Achaguas, llegó en su bicicleta hasta el santuario para robarle el dinero que habían dejado los fieles. El joven llegó a la capilla y extrajo de la alcancía todo el dinero que había y muy contento se regresó en su bicicleta. No había andado mucho cuando el vehículo se enredó y él cayó estrepitosamente al piso, fracturándose seriamente una pierna. Ahí lo hallaron todo maniao con el dinero robado encima. El joven, arrepentido como Judas, gritaba que no quería ese dinero, que lo que le había pasado era un castigo del Ánima de Mata e’ Silva, que más nunca volvería a cometer ese pecado. Al contrario, son muchísimos los devotos que expresan que esta ánima bendita nunca los ha abandonado y cuando le hacen una petición siempre les ha respondido favorablemente. Se sabe de creyentes que han sido fieles por más de treinta años.

Se cree que el Ánima de Mata e’ Silva, es el alma de un ganadero tachirense, cuyo nombre todavía se desconoce y quien perdió violentamente la vida en ese sitio a manos de un baquiano traidor. Dice la leyenda que en el año 1923, el mencionado ganadero (propietario de varias haciendas) vivía en San Cristóbal. Entonces, Eustoquio Gómez, era Presidente del Estado Táchira y su hermano Juan Vicente Gómez, el amo de toda Venezuela; desde Caracas el dictador (a través de su hermano) le propuso al hacendado que le “vendiera” la mejor de sus propiedades. El ganadero se negó a “vender”, primero porque no necesitaba ese dinero; segundo porque todas las ofertas de "El Bagre", eran muy por debajo del valor de la propiedad y tercero porque ésa hacienda no estaba en venta. El hacendado, quien conocía como actuaban los Gómez y como alguien le informó que por negarse a venderle su propiedad al dictador; su hermano, Eustoquio Gómez iba a buscar algún pretexto para meterlo preso, acusándolo de enemigo del gobierno, optó por marcharse de esa población.

Dándose cuenta de su comprometida situación, el ganadero salió desesperado de San Cristóbal, iba buscando el camino de Apure por la vía de Barinas, pasando por Santa Bárbara. A caballo y con una mula arrebiatada se encontró en su periplo con un extraño individuo quien se ofreció a acompañarlo.

Dice la leyenda que por los llanos de Barinas, atravesaron esteros, matas y vadearon lagunas, hasta llegar al Paso El Guamo, cerca de la población de El Samán de Apure, donde un canoero los pasó. Para ese entonces esa población era un caserío y un paso de ganado que pertenecía al municipio Apurito del Estado Apure.

Al llegar a El Samán, el ganadero conoció al señor Olimpo Figueredo, oriundo de Ortiz, Estado Guárico, quien desde hacía años se había establecido en esa población. Don Olimpo, era un hombre honorable y hospitalario; en ese sentido le ofreció al andino, que se hospedara en su propiedad, conocida como Hato Benitero. Después que el forastero le contó al hatero sus problemas, éste le dijo que lo enviaría a Colombia con un baquiano pero que tendría que esperar hasta el mediodía porque estaban tirando un ganado.

Dado que el Hato no estaba lejos, Don Olimpo, le expresó al andino que se adelantara y se llevara un pedazo de carne, explicándole cómo llegaría a su posesión. El andino y su baquiano no encontraron el desvío hacia Benitero. Extraviados y extenuados vieron a lo lejos una Mata, donde resolvieron pernoctar y proseguir por la mañana el viaje rumbo al hato. Al llegar a la Mata, desensillaron las bestias, colgaron los chinchorros e inmediatamente comenzaron a asar la carne que les había dado Don Olimpo.
- Duerma - Dijo el baquiano -Usted debe estar más cansado que yo, duerma que yo aso la carne. El ganadero se quedó dormido, mientras que el malhechor aprovechó la ocasión para asesinarlo. Asimismo se sirvió de la candela para incinerar el cadáver. Rápidamente reinició el camino; ensillando y montando el caballo de la víctima, al que arrebiató la mula.

Como a las tres de la tarde de ese día, Don Olimpo, llegó a su propiedad y preguntó a los peones si habían llegado dos viajeros, la cocinera le respondió que nadie había aparecido por allí. Un peón llamado Alejandrito Solórzano, le dijo que cerca de Mata e’ Silva había visto a un solo hombre con dos remontas, en un caballo castaño y una mula amarilla y que por el modo de acomodarse la silla era guate. Don Olimpo y sus peones, se dirigieron presurosos al lugar indicado a averiguar lo que ocurrió. En el sitio señalado hallaron al homicida, quien confesó tranquilamente que había dado muerte al andino, de allí se trasladaron a Mata e’ Silva, donde se percataron que del occiso solo quedaban los huesos calcinados. Disgustado Don Olimpo, ordenó a sus peones que echaran la osamenta en un saco y se la pusieran encima al malhechor a quien llevaron arreado hasta la población de Apurito, donde fue confinado en un calabozo junto con los huesos. Se dice que esos restos se hallan sepultados en el cementerio de Apurito, aunque se desconoce el sitio exacto. De ese espantoso hecho, ocurrido hace ochenta y nueve años se desconocen los nombres de la víctima y del victimario.

Mata e ´Silva está ubicada en los predios de las sabanas del Hato El Frío del Estado Apure. La capilla de este santuario fue construida en el año 1981 y bendecida el 8 de julio de ese mismo año por el padre Alfonso Casallas, quien ofreció ese día una misa de réquiem, por el eterno descanso del alma del desconocido ganadero tachirense.
[center]CANCION AL ANIMA DE MATA E SILVA
Autor: Demetrio Hernández
Interprete: Cristóbal Jimenez

Bien piadosa y milagrosa
Ánima de Mata e’ Silva
que allá en sabanas de Apure
descansa en paz muy tranquila

Ánima de los poetas
que pasan por su capilla
allí entró Genaro Prieto
cuando iba en su recorrida

Vino y le trajo una vela
Don Ernesto Luís Rodríguez
cuando quiso componer
al poema Rosalinda
pasó y le dejó unas flores
de lirios y campanillas

Fue Don Eladio Tarife
compositor de Barinas
Don Germán Fleitas Beroes
poeta Sánchez Olivo

El doctor Hernández Carstens
y Luís Ortíz recopila
para brindar buenos datos
cuando en historia se inspiran
llevaron una corona
que el ánima la reciba
para que les preste ayuda
el día cuando ellos escriban

Reinaldo Espinoza Hernández
escritor de pluma fina
escríbele a Don Juan Bruno
que en Totumo está su silla
y de noche en el caney
lo escuchan que desensilla

En prueba de que su espíritu
a su llano nunca olvida
y pregúntale si es cierto
que un día le dejó encendida
una vela para el muerto
que reposa en Mata e’ Silva