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A pesar de que la sal es un símbolo de pureza, valor y alto poder, hay quienes se dedican a utilizarla para hacer daño, especialmente los llamados magos negros.
Las dos formas más comunes de este tipo de trabajos son:
Saladuras de Personas: generalmente se utilizan elementos como fotos, muñecos o dibujos para representar a la persona que se le realiza el daño. Con este trabajo con sal, lo que se quiere lograr es secar a la persona, es decir, que se vaya consumiendo lentamente, por un vicio, una enfermedad, por dejar de comer, etc. Para comprobar si la persona afectada, realmente tiene un trabajo de saladura, lo recomendable es consultar a un especialista en el tema. El proceso de sanación es muy lento y debe hacerse por personas experimentadas en el tema. No es aconsejable que lo haga un principiante o aprendiz de magia.
Saladuras de Casas: En este caso, el trabajo lo realizan en el frente de la casa, tirando sal o haciendo algún símbolo con la misma. Si encuentras, en la entrada de tu casa, sal esparcida (usualmente es sal gruesa),
1) Lo primero que debes hacer y esto es muy importante, “no pisarla”.
2) Retrocede sobre tus pasos, sin darle la espalda.
3) Salir a la calle con una botella de vinagre y hacer una cruz con un chorro del mismo, cubriendo toda la parte que tiene la sal esparcida.
4) Seguidamente alrededor de la cruz, trazarás con el mismo vinagre 3 círculos en el sentido de las agujas del reloj.
Mientras vas haciendo los círculos, tienes que decir:
1-Círculo: recoge tus inmundicias de mi casa.
2-Círculo: que regresen adonde las preparaste.
3-Círculo: y por donde vinieron.
En el nombre del Altísimo. Amén.
Cuando hayas terminado de realizar este corte, tendrás que limpiar el lugar, utilizando agua y vinagre nuevamente, barriendo y tirando todo a la calle, no dejes residuos de sal en el lugar.