En los últimos años, han hecho furor las técnicas de meditación y los beneficios que ésta puede proporcionar. Se han publicado muchos libros, durante los últimos quince años, con títulos como «Cómo meditar» o «Ciento una maneras de meditar», o cosas parecidas. La mayoría de estos libros contienen aspectos acertados y otros equivocados, empezando por el intento de definir qué es exactamente la meditación. Sin una definición de qué es la meditación, ¡no es fácil que uno pueda aprender a practicarla! Un grupo de autores intentan hallar una correspondencia entre la meditación y la contemplación o la concentración. Ello se debe probablemente a que:
a) sus maestrosno poseían buenos conocimientos, b) ellos carecen de buenos conocimientos, o c) se han limitado a buscar en el diccionario la palabra meditación.
La mayoría de los diccionarios definen la meditación como una forma de contemplación. Aparentemente, se trata de dos palabras sinónimas. De modo que los maestros que equiparan la meditación con la contemplación se limitarán a decirle que mire usted un objeto, escuche un sonido o examine un pensamiento, y llamarán a esto meditación. Pero no lo es. La meditación auténtica procede de una idea oriental basada no en la contemplación, sino en el silencio: en el silencio de la mente. En el libro Meditation and the Bible, Aryeh Kaplan muestra claramente que los antiguos místicos y profetas hebreos utilizaban técnicas parecidas. Por desgracia, la mayoría de las técnicas hebreas antiguas se han perdido junto con los escritos de la mística Mercabá. Pero veamos la teoría básica que apoya la meditación: Intente, durante un segundo, vaciar su mente de cualquier pensamiento, llegar a la tranquilidad absoluta. A menos que sepa usted qué es la meditación auténtica y la haya practicado, será inevitable fracasar ante esta petición aparentemente sencilla. Oirá una voz en su interior que dirá «Sí, ahora estoy tranquilo»
o «¿Lo estoy haciendo bien?» o «¿Cuánto tiempo debo permanecer así?».
En la meditación auténtica, el objetivo consiste en acallar esta voz interior. En otra lección aprenderemos que nuestro inconsciente (o subconsciente) es nuestro enlace directo con la Divinidad, con Dios. Como, por definición, Dios los abe todo (de lo contrario, podría haber algo más grande que Dios; si hubiera algo más grande que Dios, esta Cosa más grande sería el auténtico Dios y lo que habríamos estado llamando Dios sería sólo un Dios falso o una deidad inferior), nuestro subconsciente debe tener un enlace con todo el conocimiento, con la sabiduría secreta del universo, con la iluminación. Pero esa vocecita que nos habla constantemente desde el interior suele acallar la voz más débil del subconsciente. Una de las cosas que pueden ocurrir en nuestros sueños es que el subconsciente nos hable mediante símbolos que a veces resultan difíciles de comprender. En la meditación auténtica, el subconsciente puede hablar a nuestro consciente directamente, compartiendo con él su sabiduría. A continuación presentamos un método para la meditación auténtica. Existen otras escuelas de meditación, bien promocionadas, que le cobrarán una buena suma de dinero por enseñarle una técnica de meditación. Algunas de estas escuelas presumen de que sus técnicas provocan una disminución de la presión arterial y un aumento del coeficiente intelectual. Estos alardes son absurdos. Cualquier forma de relajación (como el Ritual de Relajación) provoca una disminución de la presión arterial. Además, los mismos científicos sociales que solían afirmar que el coeficiente intelectual de una persona no varía en toda su vida, están ahora dando clases sobrecómo aumentarlo mediante el estudio y la concentración.
A pesar de que la meditación auténtica provocará un aumento del coeficiente intelectual y una disminución de la presión arterial, éstos no son más que efectos secundarios beneficiosos. El auténtico provecho de la meditación real es la experiencia de la unión con la Divinidad, aquella forma de Magia Blanca conocida como iluminación o conciencia cósmica.
La meditación auténtica consta de tres pasos:
1. Relajación.
El propósito de este paso es liberarse de cualquier tensión o dolor físicos para que el cuerpo físico no interfiera en el desarrollo de los dos pasos siguientes.
2.Contemplación.
En este paso se intenta unir completamente la conciencia con un sonido, un objeto, una idea, un dibujo, etc. Observe que relajación y contemplación son partes de la meditación auténtica, pero no son la meditaciónen sí.
3. Negación.
En este paso (que normalmente se olvida en las lecciones sobre meditación), se elimina de la mente toda conciencia de lo que se ha estado contemplando. Como la conciencia ha quedado unida al objeto de la contemplación, entonces también desaparece (la conciencia) con él. El resultadoes que se alcanza un estado en el que la conciencia ya no bloquea el enlace que realmente existe entre nosotros y la Divinidad. Esto es la Magia Blanca, el estado de auténtica dicha, y es el objetivo último y único de la meditación auténtica. Hasta que no lo intente usted y alcance el auténtico estado meditativo no sabrá realmente lo que es, porque no hay palabras para describirlo. Está más allá de la comunicación consciente de pensamientos.En la forma de meditación que aparece a continuación, se fijará usted en un objeto familiar. Algunos libros tradicionales utilizan para la meditación los símbolos Tatva, unas figuras geométricas de colores especiales que incluyen formas triangulares, cuadradas u ovoides para representar los elementos. Aunque esto sólo es adecuado para culturas cuya estimulación visual no es tan compleja como en las culturas occidentales, amantes del cine y de la televisión; yo he descubierto, con investigaciones realizadas en mis clases, que los occidentales a menudo necesitan algo distinto, algo visualmente más complejo.
Una técnica de meditación auténtica
•Primer paso.
Realice el Ritual de Relajación.
•Segundo paso.
Realice el RMDP. Asegúrese siempre de realizar un ritual de protección antes de meditar.
•Tercer paso.
Baraje las cartas de los Arcanos Mayores (practíquelo durante varias semanas dejando fuera las cartas 6, 7, 10, 13, 15 y 18) y seleccione una al azar. Este será el objeto que utilizará para la parte decontemplación de esta técnica.
•Cuarto paso.
Si siente la necesidad, realice de nuevo el Ritual de Relajación.
•Quinto paso.
Exploración.
Este paso actúa de un modo parecido al método mediante el cual la televisión genera una imagen. En un tubo de imágenes sehalla un dispositivo llamado «cañón de electrones» que dispara electrones a través de un pequeño rayo hacia la pantalla, creando una «línea de exploración». El rayo del «cañón de electrones» vuelve a saltar entonces a la línea que se encuentra justo debajo de la primera y repite el proceso. Si mira usted de muy cerca la pantalla del televisor cuando está conectado, podrá ver las líneas. Pero no verá cómo se forman estas líneas porque el proceso es tan rápido que su ojo no puede captarlo, de modo que parece que la imagen sea uniforme. En esta técnica de meditación, la exploración se realiza de la forma siguiente:
1. Empiece mirando el ángulo superior derecho de la carta elegida.
2. Describa con la mirada una franja horizontal en la carta, de 1,25 cm de altura. Desplace la vista de derecha a izquierda, a lo ancho de la carta. De este modo, debería tener una franja de la carta en su mente, formada por los 1,25 cm superiores de la carta.
3. Ahora, vuelva al lado derecho de la carta y explórela de nuevo a lo ancho, de derecha a izquierda, abarcando otros 1,25 cm inmediatamente inferiores a los de la exploración anterior.
4. Repita este proceso hasta que haya explorado toda la carta. Lo que está haciendo es observar la carta, de arriba abajo, en franjas de 1,25 cm cada vez. Intente recordar lo máximo que pueda de cada franja o «exploración», pero no se preocupe en buscar la perfección. Mejorará con la práctica.
• Sexto paso.
Contemplación.
En este paso, se implicará usted completamente con el objeto. De forma simplificada, la técnica consiste en reproducir el paso anterior de la exploración, pero con la imaginación.
1. Ponga la carta boca abajo para dejar de ver la imagen.
2. De memoria, repase y visualice todo el proceso de la exploración. Proceda franja por franja hasta que haya reproducido, lo mejor que pueda, la carta completa en su imaginación. La primera vez que lo haga es posible que se olvide de muchas cosas y muchos colores y quizás sólo sea capaz de recordar y crear mentalmente la silueta de las formas que aparecían en la carta. No es importante que sea preciso, su capacidad de visualización mejorará con la práctica. Ello no significa que se le permita ser perezoso o excesivamente breve en el proceso. Debe hacerlo de la mejor forma que pueda. Debería tardar unos tres o cuatro minutos en realizar este paso, aunque si lo desea puede dedicarle más tiempo.
• Séptimo paso.
Negación.
1. Empezando de nuevo por el ángulo superior derecho de la carta que acaba de visualizar mediante el procedimiento de la exploración, tome laexploración superior y, desplazándose de derecha a izquierda, vaya borrando la imagen. Es decir, «deshaga la exploración»; hágala desaparecer. En su imaginación, deberá seguir viendo una carta, pero con una franja superior borrada de 1,25 cm de altura.
2. Regrese al ángulo superior derecho del resto de la carta visualizada y elimine otra franja.
3. Siga con este proceso de borrado, deshaciendo la exploración, hasta quela carta entera haya desaparecido de su mente. Duración de este paso: entre 1,5 y 3 minutos como máximo.
• Octavo paso.
El estado de meditación auténtica.
En este punto, se producirá un fenómeno muy interesante. Su conciencia, que ha quedado atrapada en el acto de deshacer la exploración de la carta visualizada, también se habrá «marchado» (en realidad sólo estará callada) cuando la carta haya desaparecido del todo. Su conciencia permanecerá silenciosa y el monólogo de su interior se detendrá. Ello dará a su subconsciente la oportunidad de hablarle y de ofrecerle mensajes e información posiblemente importantes. Normalmente, la primera vez que se intenta realizar el proceso descrito, el estado meditativo auténtico no suele durar más que un instante. La voz interior regresa y pregunta algo como: «¿Estoy en silencio? ¿Lo he hecho correctamente?». En cuanto surge de nuevo la voz, la meditación termina. A medida que practique esta técnica conseguirá que ese instante de meditación auténtica se prolongue durante un minuto, cinco minutos o incluso más. Cuando este estado aumente su duración, experimentará usted un nuevo sentimiento: el sentimiento de encontrarse en total armonía con el universo, poseer un conocimiento absoluto y saber que, aunque las cosas deban evolucionar hasta un estado mejor, en este momento todas están como deben estar. Esto se conoce como conciencia cósmica o iluminación.
Como ya he dicho, es absolutamente imposible describir este estado de sentimiento, este estado de existencia. Debe usted intentar conseguirlo y descubrir su belleza por usted mismo. Ya hemos visto al principio de este apartado que no es imprescindible que practique usted la meditación. Ni tampoco lo es que practique este método concreto. Sin embargo, tarde o temprano se dará usted cuenta de que la meditación debería formar parte de su vida diaria. Cuando decida empezar a meditar regularmente, si elige un sistema de meditación distinto del que se describe aquí, procure no engañarse pensando que medita realmente cuando lo único que hace es concentrarse o relajarse. Estos son aspectos de la meditación auténtica, pero no son propiamente la meditación. Además, descubrirá que todos los rituales y ejercicios que realice mejorarán mucho si practica también la meditación auténtica.