Ciertamente queridos hermanos, es así. La corte India es fabulosa. Hace poco participé en un foro frecuentado por algunos hermanos que visitan este espacio y se habló en aquel entonces de que la única guerrera india conocida como Cacica fue Urimare. Versión que por cierto, traigo a la palestra para el conocimiento y aclaratoria. Fueron muchos y muchas guerreras de nuestra amada tierra, de nuestra amada corte india que dieron lucha incesante y pagaron con sus vida ante el hostigamiento español:
Cacica Ana Soto: Ana Soto nació en Barquisimeto, a fines del año 1.500. Fue una indudable líider indígena de la etnia Guayón en las tierras de Lara. Esta líder surge tras la merma de la mayoría de los hombres de la tribu de los Gayones y Camagos que habitaban estas tierras y que habían enfrentado al colonizador español. Era cocinera en la hacienda de su amo, pero un día decidió huir hacia el monte y reunir a su pueblo perseguido, humillado y despojado de sus tierras. Desde 1.618 al frente de guerreros indígenas, combatió contra la invasión colonialista española, contra la esclavitud y en defensa de sus tierras. Descubre que la lucha frontal en esas condiciones era prácticamente una sentencia de muerte para ellos así que decide dar una guerra diferente, una guerra que los atacara al descuido y que les impidiera transitar por los caminos que antes pertenecían a la raza india. Organizó a hombres y mujeres quienes se ocultaron y de manera organizada atacaban y aterrorizaban al colonizador e invasor. Las crónicas dejadas por ellos la nombran como “un fantasma” que no dejaba rastro. Con capacitad e intrepidez organizó un gran ejército, que atacaba al grito de “resistencia y muerte al invasor”. Cacica indómita, era tal su valentía y agilidad que los invasores veían que los atacaban por todas partes. Sostuvo victoriosa durante más de 50 años la bandera de la resistencia anticolonialista. Su verdadero nombre indígena no era éste; era un nombre impronunciable por labios españoles y que se asemejaba a Ana Soto. Los españoles para nombrar a quien los atacaba sin treguas la llamaron de esa forma (por similitud). Su nombre significaba "la Hija de la Tierra y el Sol", en su lengua indígena. El Capitán Ramírez escribe en sus crónicas, refiriéndose a esta Heroína, como “un espanto que se fuga entre los matorrales para desaparecer entre ellos como cosa del demonio. No se le puede seguir el rastro porque no deja”. A pesar de la guerra, Ana Soto mantuvo la cultura del baile de las Turas para asegurar la abundancia de alimento a su pueblo. Baile que aún se practica al Norte del Estado Lara. A quienes la reciben con oración, los ayuda a combatir la injusticia, a vencer a nuestros opresores y es especial en la superación de conflictos de todo tipo.
Cacica Apacuana: también la historia venezolana nos revela el coraje y gallardía de otra líder India del grupo Caribe, Apacuana, perteneciente a la tribu Quiriquires, asentada en los Valles del río Tuy, denominado por los aborígenes: Tucuy. En el año de 1.577 se generó un levantamiento contra los encomenderos españoles Garcí González de Silva y Francisco Infante, encabezada por Apacuana, madre del cacique Guacema. Fue una grande hechicera y arbolaria. Su nombre significa: Apa, lugar donde habitan, Ku agua y Ana gente. Era una mujer con dotes muy especiales, además del conocimiento del uso de las plantas y curaciones practicadas por ella, ejercía sobre hombres y mujeres un liderazgo excepcional. Por ello, entre los caribes de la tribu Quiriquires del Tuy una mujer ejerció funciones de cacicazgo y es la única mención en la historia hasta ahora. Como piache, convenció a su pueblo de alzarse contra el invasor Francisco Infante. Luego de una hábil estrategia para aprovisionarse de armas, lidera el exitoso ataque contra los españoles. Estos regresan repetidas veces a enfrentar a los aguerridos indígenas. El español Garci García, provisto de un gran grupo de hombres armados con arcabuces, en sorpresiva acción captura a la brava Apacuana. La valiente mujer es humillada, vejada y finalmente ahorcada. Su cadáver fue colgado a la orilla del camino para atemorizar al resto de los indígenas rebeldes. El nombre de la población de Cúa es un homenaje popular a esta valiente mártir de la libertad y a su pueblo que prefirió desaparecer antes que ser dominado. En días pasados grupos cercanos a la localidad participaron en una actividad de cultura popular deleitando con sus declamaciones y anécdotas. El 30 de julio del 2.010 estuvieron presentes en la población de Cúa compartiendo junto a un grupo de artistas locales e invitados en "La Explosión Cultural Con Apacuana", un programa cultural en homenaje a la indígena heroica cueña "Apacuana", quien fue elevada de manera simbólica al Panteón Nacional. Ciertamente, no fue Urimare la única Cacica venezolana.
Cacica Ana Soto: Ana Soto nació en Barquisimeto, a fines del año 1.500. Fue una indudable líider indígena de la etnia Guayón en las tierras de Lara. Esta líder surge tras la merma de la mayoría de los hombres de la tribu de los Gayones y Camagos que habitaban estas tierras y que habían enfrentado al colonizador español. Era cocinera en la hacienda de su amo, pero un día decidió huir hacia el monte y reunir a su pueblo perseguido, humillado y despojado de sus tierras. Desde 1.618 al frente de guerreros indígenas, combatió contra la invasión colonialista española, contra la esclavitud y en defensa de sus tierras. Descubre que la lucha frontal en esas condiciones era prácticamente una sentencia de muerte para ellos así que decide dar una guerra diferente, una guerra que los atacara al descuido y que les impidiera transitar por los caminos que antes pertenecían a la raza india. Organizó a hombres y mujeres quienes se ocultaron y de manera organizada atacaban y aterrorizaban al colonizador e invasor. Las crónicas dejadas por ellos la nombran como “un fantasma” que no dejaba rastro. Con capacitad e intrepidez organizó un gran ejército, que atacaba al grito de “resistencia y muerte al invasor”. Cacica indómita, era tal su valentía y agilidad que los invasores veían que los atacaban por todas partes. Sostuvo victoriosa durante más de 50 años la bandera de la resistencia anticolonialista. Su verdadero nombre indígena no era éste; era un nombre impronunciable por labios españoles y que se asemejaba a Ana Soto. Los españoles para nombrar a quien los atacaba sin treguas la llamaron de esa forma (por similitud). Su nombre significaba "la Hija de la Tierra y el Sol", en su lengua indígena. El Capitán Ramírez escribe en sus crónicas, refiriéndose a esta Heroína, como “un espanto que se fuga entre los matorrales para desaparecer entre ellos como cosa del demonio. No se le puede seguir el rastro porque no deja”. A pesar de la guerra, Ana Soto mantuvo la cultura del baile de las Turas para asegurar la abundancia de alimento a su pueblo. Baile que aún se practica al Norte del Estado Lara. A quienes la reciben con oración, los ayuda a combatir la injusticia, a vencer a nuestros opresores y es especial en la superación de conflictos de todo tipo.
Cacica Apacuana: también la historia venezolana nos revela el coraje y gallardía de otra líder India del grupo Caribe, Apacuana, perteneciente a la tribu Quiriquires, asentada en los Valles del río Tuy, denominado por los aborígenes: Tucuy. En el año de 1.577 se generó un levantamiento contra los encomenderos españoles Garcí González de Silva y Francisco Infante, encabezada por Apacuana, madre del cacique Guacema. Fue una grande hechicera y arbolaria. Su nombre significa: Apa, lugar donde habitan, Ku agua y Ana gente. Era una mujer con dotes muy especiales, además del conocimiento del uso de las plantas y curaciones practicadas por ella, ejercía sobre hombres y mujeres un liderazgo excepcional. Por ello, entre los caribes de la tribu Quiriquires del Tuy una mujer ejerció funciones de cacicazgo y es la única mención en la historia hasta ahora. Como piache, convenció a su pueblo de alzarse contra el invasor Francisco Infante. Luego de una hábil estrategia para aprovisionarse de armas, lidera el exitoso ataque contra los españoles. Estos regresan repetidas veces a enfrentar a los aguerridos indígenas. El español Garci García, provisto de un gran grupo de hombres armados con arcabuces, en sorpresiva acción captura a la brava Apacuana. La valiente mujer es humillada, vejada y finalmente ahorcada. Su cadáver fue colgado a la orilla del camino para atemorizar al resto de los indígenas rebeldes. El nombre de la población de Cúa es un homenaje popular a esta valiente mártir de la libertad y a su pueblo que prefirió desaparecer antes que ser dominado. En días pasados grupos cercanos a la localidad participaron en una actividad de cultura popular deleitando con sus declamaciones y anécdotas. El 30 de julio del 2.010 estuvieron presentes en la población de Cúa compartiendo junto a un grupo de artistas locales e invitados en "La Explosión Cultural Con Apacuana", un programa cultural en homenaje a la indígena heroica cueña "Apacuana", quien fue elevada de manera simbólica al Panteón Nacional. Ciertamente, no fue Urimare la única Cacica venezolana.