La reconstrucción simbólica de Exú en la estructura de la sociedad brasileña Exu%20Omolu
LA RECONSTRUCCIÓN SIMBÓLICA DE EXU EN LAS ESTRUCTURAS DE LA SOCIEDAD BRASILEÑA
 
Las estructuras sociales y el momento históricos en que se sitúa el sistema esclavista designan el sentido del cambio y la persistencia de determinados trazos de la divinidad africana. La sociedad esclavista, basada en las relaciones de dominación-subordinación, configura el conflicto social del negro mientras es una clase económicamente explorada. En este contexto, la religiosidad africana pasa a significar la forma de resistencia ante la cultura dominante del blanco.
 
La concepción de Exú en el Candomblé es el resultado de un proceso donde se perdieron los cuadros sociales de referencia, en surgimiento de la desagregación socio-cultural del esclavo africano.
 
Hubo, por tanto, el dislocamiento de símbolos provenientes de una estructura lógica de pensamiento, para adquirir nuevos sentidos ofrecidos por algún otro contexto de relaciones estructurales. La reconstrucción simbólica de Exú se hace en términos de bricolaje, donde los elementos endógenos, ofrecidos por la configuración inicial de las concepciones sagradas, se preservan o se modifican por la acción de los factores situacionales exógenos.
 
Roger Bastide demuestra la transformación de esta divinidad en las religiones afro-brasileñas en el artículo "Inmigración y metamorfosis de un dios", en la obra "El Prójimo y el Extraño". Explica también, la manutención o la desaparición de sus elementos tradicionales en función de la propia estructura religiosa afro-brasileña, como surgimiento de las diferentes situaciones sociales e históricas del negro en la sociedad brasileña.
 
Según el autor, la ligación de Exú o Elegbá con Ifá desaparece, porque la organización sacerdotal cambió, habiendo una disminución del poder del Babalao. Bastide verifica los trazos de esta desaparición al nivel de la utilización del Opèlé, juego adivinatorio perteneciente a Ifá, en el cual Exú "habla" a través de las nueces, siendo correspondiente, en Brasil, al diloggun, tirada de caracoles, manipulado por los Babalorixás.
 
Ocurre que, si el papel de Exú disminuyó como auxiliar de Ifá, esta pérdida es compensada por la permanencia de su "habla" del diloggun, como intérprete de los dioses.
 
Bastide dice todavía, en "El Candomblé de la Bahía", que los caracteres de la divinidad que no poseen ligaciones con la organización sacerdotal, tales como su carácter embaucador, el de su mensajero y su multiplicidad, fueron preservados.
 
Aunque las relaciones simbólicas de Exú con las demás divinidades y con los hombres hayan sido mantenidas en el Candomblé, estas relaciones adquieren con la situación anímica del negro esclavo, el significado de acción y regencia de la divinidad en el orden social. Ahí Exú actúa, predominantemente, contra el desorden de una sociedad de exploración racial.
 
Verificamos que Exú ya desempeña tradicionalmente este papel en la dinámica social y cósmica, pues, en el pensamiento africano, el orden social y cósmico constituye una unidad inseparable. Toda infelicidad humana es concebida como disminución de la fuerza vital en los seres alcanzados por el sufrimiento y debe ser recuperada, cabiendo a Exú este papel de reequilibrio de las fuerzas. Sin embargo, la característica africana de Exú adquiere, en el contexto de la situación esclavista, el sentido más pragmático y agresivo de actuación constante en la praxis social de los negros esclavos. De esta manera, los aspectos propiamente mágicos de la divinidad son enfatizados.
 
Si hubiera la utilización de la magia en términos de una acción hostil realizada contra otro, esta acción debe ser confundida con el concepto de magia negra, conforme la noción occidental, pues la magia africana es siempre moralmente neutra o ambigua, calificándose en bien o mal, esencialmente al uso que es hecho por su operador. Desde que la religión del Candomblé constituyó un "nicho" cultural de resistencia comunitaria a una situación esclavista, la magia de Exú pasa a ser utilizada como fuerza protectora y de combate ante las relaciones sociales y conflictivas.
 
Este abordaje explica las razones que llevaron a los blancos a identificar a Exú con la noción cristiana del Diablo, reintegrando la acción del héroe africano a través de la concepción occidental de la hechicería. Si hubo la asimilación de conceptos del Diablo por la cultura del negro, esta a su vez fue reinterpretada por las nociones africanas, concibiendo al Diablo como una entidad mágica y ambigua.
 
En cuanto a la tendencia de identificación de Exú con el Demonio, escribe Roger Bastide en "Las Religiones Africanas en Brasil", se hace, principalmente, al nivel de la magia: «… primero, por causa de la esclavitud, Exú fue usado por los negros en su lucha contra los blancos, como patrono de las hechicerías. Y de esta forma, su carácter siniestro se acentuó en detrimento del de mensajero. El dios fanfarrón se volvió un dios cruel que mata, envenena, enloquece. Por otro lado, esta crueldad, tenía un sentido único, mostrándose Exú, en compensación, a sus fieles negros, como el salvador y el amigo indulgente» (v. II, p. 349).
 
«… El ẹbọ o sacrificio es todavía hoy el ẹbọ de la época servil (…) Y como debe lanzarse afuera en la calle aquel resto de padê de Exú y como un poco de la fuerza mística continúa palpitando en el gallo sacrificado, las personas que lo encuentran en la calle sienten miedo. Alguien enfermo piensa que fue castigo de Dios. De este modo, se pasa insensiblemente del ẹbọ religioso al ẹbọ mágico. La fuerza maléfica de Exú es transferida ritualmente a un animal, cuyo cadáver tendrá que ser colocado en el camino de aquel a quien se desea hacer un maleficio» (v. II, p. 349-50).
 
Bastide señala la diversidad de las concepciones sobre el proceso de evolución hasta la demonización de Exú:
 
«… No se procesa en el mismo ritmo, según las diversas nociones. Los Keto conservaron fielmente la imagen africana de Exú intermediario hablando por los caracoles en nombre de los Orixás, divinidad de orientación, joven, más malicioso de lo que malo y también protector de su pueblo. En compensación, en las nociones bantú, donde la mitología no era conocida y donde la magia ocupó lugar de destaque al contrario de las otras naciones, este elemento demoníaco va afirmándose cada vez más, acabando por triunfar en la Macumba carioca» (Ibid., p. 350).
 
Lo que constatamos en nuestras investigaciones fue menos el carácter peculiar a cada nación que confiere estas cualidades a Exú, que la formación de sectas cuyas características surgen de las ansiedades y aspiraciones de sus adeptos. En cuanto a la magia de Exú, en el Candomblé, se inscribe en la estructura del discurso religioso más amplio, subordinado a un sistema de creencias codificadas; en la Macumba, la magia de Exú es transferida al ámbito de las reglas comportamentales y creencias colectivamente impuestas, instituidas y se individualiza, actuando en una esfera más libre. En este caso, la utilización de la magia de esta divinidad pasa a tener significado en sí mismo en cuanto a acción eficaz y pragmática al servicio de los problemas concretos de lo cotidiano. Así, la constitución de la Macumba deriva de la necesidad amplia de un sector de la población para las soluciones mágicas de sus problemas, cuando las estructuras sociales y religiosas se muestran inadecuadas para satisfacerlas (…)
 
(…) Si en la doctrina umbandista Exú es despojado de su referencia africana, al nivel del instituyente es preservado el contenido tradicional significativo de esta divinidad, contenido en el pensamiento africano. Exú predomina como héroe mágico, donde se destaca este, en su carácter y como siendo fuerza extraída del pensamiento mágico y religioso africano. La posesión del héroe mágico revela los aspectos más afectivos en la personalidad de sus seguidores, o sea, sus conflictos psíquicos y sociales más eminentes. Estos aspectos son expresados en gestos más libres y en las formulaciones de deseos y aspiraciones que se manifiestan en las representaciones dramáticas de la posesión por la entidad. La interferencia siempre más frecuente de esta divinidad en las sesiones umbandistas y su presencia actuante en la vida de sus adeptos hacen que las prácticas originalmente referidas al dominio del instituyente se institucionalicen. Hay días propicios para sus prácticas. Son codificados componentes mágicos de la Kimbanda y las fuerzas de actuación de la demanda encontradas en libros colocados a la venta para el atendimiento a una clientela (…)
 
(…) Esto nos conduce al problema colocado por Bastide, en que su instituyente no es todavía lo instituido. Desde que el sagrado salvaje es difuso, él se vuelve preciso a través de las formas arcaicas significativas. Surgiendo la magia de la Kimbanda de manifestaciones relativamente más espontaneas, en sentimientos más liberados y en representaciones de lo imaginario no sujetos a las reglas, ella termina por imponer cierta lógica en sus adeptos y normas en sus prácticas. El orden que instituye difiere de aquella faja por la doctrina, pues ella se establece como una contraorden en relación a las instituciones religiosas y sociales vigentes. Su estructura y funciones existen en relación a las condiciones sociales. En la sociedad real encontramos una de las esferas de actuación de los agentes sociales, aquella referida a las representaciones del universo mágico. No afirmamos que tales representaciones sean únicas o esenciales, pero son significativas a la medida que expresan las condiciones sociales reales. (Fragmento de: Liana Sálvia Trindade).
 
Vean entonces, por el fragmento esclarecedor de la Sra. Liana, llegamos a la conclusión de que la divinidad Exú afro, heroica y protectora, pasó a ser en la Cabula, y, posteriormente en la Macumba (culto bantú), un agente castigador y a la disposición de los profesantes, para cualquier tipo de pedidos. Por la tergiversación doctrinaria afro, los remanecientes bantúes, a través de las hechicerías constantes, acabaron por atraer para sí a Espíritus de la Banda Negra (del reino de la Kimbanda), que, a través de su mediumnidad recibían los pedidos hechizantes. Con eso, acabaron por ligarse al Orixá "Èsù", con estas entidades desencarnadas actuantes, nombrándolos como Exús, y posteriormente, tras el advenimiento de la Umbanda, las entidades femeninas, como Pombas giras.
 
La incorporación de Espíritus de la Kimbanda, también nombrados Exús en la Macumba, se da por la concepción bantú tergiversada de Espíritus familiares, o asociados a la Naturaleza, que venían en socorro de sus pedidos, sean ocultos o no. Después de eso, el nombre "Exú" se difundió largamente, nombrando a cualquier Espíritu de la Banda Negra, sólo que con un detalle: eran Espíritus en cualquier tipo de jerarquía instituida, o incluso doctrina alguna; hacían lo que pedían a cambio de los famosos despachos sangrientos; era la manifestación de las entidades que hoy muchos nombra de: Exús y Pombas giras paganos (se cree que han sido bautizados como "paganos" por el hecho de no estar consagrados en la Ley de Umbanda).
 
Y con eso, hoy, por los desinformados e incluso maliciosos, generalmente religiosos "cristianos", el término "Exú" y "Pomba gira" tomaron una connotación peyorativa, viniendo a referirse tan solamente a Espíritus de las tinieblas, demoníacos que solamente quieren destruir a las personas. Creemos haber encontrado una explicación del por qué usar el nombre de "Exú" para nombrar a Espíritus que militan en la Falange de Trabajos Espirituales en la Umbanda, que hoy, acertadamente, los que están integrados como trabajadores de la Ley de Umbanda, la Umbanda crística, nombra acertadamente de: "obreros de la Umbanda" (guardianes y amparadores).
 
Así como los guías espirituales se presentan con arquetipos regionales, los obreros de la Umbanda usan ropajes fluídicos, pero, con un detalle: cuando están en trabajos caritativos en los terreiros umbandistas, muchos obreros no se sirven de arquetipos atemorizantes; en vez de eso, se presentan como eran en sus últimas encarnaciones, o sea, hombres y mujeres normales, vistiéndose comúnmente.
 
Ahora, lo que más existe en muchos terreiros son médiums desprevenidos y necios que exteriorizan anímicamente sus mentes enfermas, con presentaciones circenses de arquetipos lascivos, portando inmensos garfios, garrafas de alcohol en sus manos, parcialmente desnudos, travestidos y portándose de manera vulgar, indecorosa, con muecas, exteriorizando ser figuras atípicas remitiéndonos a estar frente a borrachos hilarantes, patéticos, marginales, hipócritas, ociosos, lisiados, que se portan inconvenientemente, trayéndonos orientaciones absurdas, sin pie ni cabeza, solamente calcadas en la necedad de medianeros mal intencionados. También ocurre de estos malos médiums de conducta moral dudosa estar bajo influencia de "quiumbas" mercenarios o soldados del mal, bien como Exús y Pombas giras paganos que generalmente actúan desordenadamente, sin compostura alguna. Siempre que es posible y con orden de la Cúpula Astral de Umbanda, los obreros de la Umbanda los reprimen tenazmente.
 
Los obreros de la Umbanda solamente plasman su cuerpo astral en algo que remite el miedo o el terror, cuando trabajan en zonas purgatoriales e incluso en el reino de la Kimbanda para que puedan ser entendidos y respetados en sus trabajos caritativos, pues estarán frente a frente con Espíritus que sólo entienden la rudeza en todos los sentidos. Los obreros de la Umbanda trabajan incansablemente en la protección de los templos pautados en los mensajes crísticos, igualmente protegiendo a los médiums del bien, honestos y caritativos. Con tareas determinadas por las Líneas de Trabajos Espirituales (caboclos de la selva y pretos velhos), los obreros (guardianes y amparadores) nos auxilian a equilibrar las creaciones mentales ilusorias masculinas desequilibradas, y las obreras (guardianas y amparadoras) nos auxilian a equilibrar las creaciones mentales ilusorias femeninas desequilibradas.
 
Para una mejor comprensión de quiénes serían los Exús, transcribiremos abajo, parte de la entrevista grabada en cinta de casete con la voz del Sr. Zélio Fernandino de Moraes el día 22 de Octubre de 1970, que hace algunas referencias a los Exús:
 
Lilian Ribeiro: Sr. Zélio, es sobre el trabajo de los Exús. Existen tiendas que dan consultas con Exús en días especiales más allá de las consultas normales de pretos velhos y caboclos. ¿Cómo ve eso?
Zélio: Yo sé de eso; que hay muchas tiendas que trabajan con Exús; yo no gusto de eso porque es muy fácil manifestarse con Exú; cualquier persona médium; un mal médium se manifiesta con Exú; basta tener un Espíritu atrasado; e incluso fingiendo un Espíritu; por eso no gusto y huyo de eso; en mi tienda no se trabaja con Exú por cualquier motivo.
 
Nota del autor: observen que el Sr. Zélio dice: «… en mi tienda no se trabaja con Exú por cualquier motivo…», podemos notar que el trabajo con los Exús sería una labor especial, o sea, sería llamado solamente en casos de necesidad y para resolver problemas específicos, generalmente demandas (brujerías) y de desobsesión. Los Exús de la Umbanda no son Espíritus elevados, por tanto, no proceden al atendimiento fraterno; eso es reservado solamente a los guías espirituales (caboclos de las selvas y pretos velhos) indicados para tal misterio. El Sr. Zélio también nos dice sobre la problemática de la facilidad de mistificación, pudiendo surgir puro animismo, o la presencia de obsesores quiumbas o de Exús paganos. Eso es una cosa muy seria. El ropaje fluídico de los Exús en la Umbanda, bien como sus modos de ser, amorales y muy próximos a los humanos, facilitan, y mucho, el logro consciente o inconsciente por parte de médiums incautos.
 
Lilian Ribeiro: pero, usted ¿no considera a Exú un Espíritu trabajador como todos los otros Orixás?
Zélio: Después de despertado, porque Exú es un Espíritu admitido en las tinieblas; después de despertado, y él da un paso en el camino de la regeneración es fácil para él trabajar en beneficio de los otros. Así, yo creo en el trabajo de Exú.
 
Nota del autor: En esta pregunta, cuando el Sr. Zélio dice «después de despertado, y él da un paso en el camino de la regeneración es fácil para él trabajar en beneficio de los otros», se puede notar que estos Espíritus pretenden un lugar mejor, pretenden una posición mejor y para eso escogieron el trabajo caritativo en los terreiros de Umbanda.
 
Lilian Ribeiro: ¿no habrá casos en que otros Orixás vibrando en otras líneas no puedan resolver de inmediato algunos problemas de hijos y, no sería Exú ahí el más indicado para resolver, por estar más cerca materialmente, por estar más aceptado en los trabajos materiales?
Zélio: El jefe nuestro, el Caboclo de las Siete Encrucijadas, nos enseñó así, esto hace 60 años, que Exú es un trabajador. Como en la policía hay soldados, el jefe de policía no arresta, el delegado no arresta, quien arresta son los soldados, cumplen ordenes de los mayorales, entonces Exú es un Espíritu que se encosta en la falange, que aprovecha para hacer el bien, porque cada paso para el bien que ellos hacen va aumentando su luz, de manera, que es despertado y va a trabajar, quiere decir, va a capturar, va a seducir a este Espíritu que está obcecando a alguien, entonces este Exú va a evolucionar. Es así como el Caboclo de las Siete Encrucijadas nos enseñaba.
Lilian Ribeiro: ¿de qué modo Exú es un auxiliar y no un empleado del Orixá o viceversa?
Zélio: Yo no digo empleado, pero es un Espíritu que tiende a mejorar, entonces para él mejorar, él va a hacer la caridad junto con las falanges, corriendo en beneficio de aquellos que están obcecados, despertando y ayudando a despertar al Espíritu para apartarlo del mal que él estaba haciendo, entonces él se vuelve un auxiliar de los Orixás.
 
Nota del autor: el Sr. Zélio deja claro que los Exús son Espíritus recién egresados de la "Banda Negra" (reino de la Kimbanda). Son Espíritus que como nosotros, todavía están presos a sus egos, pero después de haber despertado, son valerosos, trabajadores del bien. Los Exús tienen misiones específicas en el plano astral y con la Umbanda, a fin de que, con el tiempo, puedan liberarse de sus errores del pasado. Estas misiones tienen inicio cuando cada uno de estos Espíritus se destaca de la consciencia en masa, cuando ya no es meramente instintivo. Está movido por la voluntad de evolucionar y puede aprender a controlar su naturaleza ilusoria terrestre. Cuando cada uno de esos Espíritus es convocado por merecimiento a formar parte del gran trabajo de defensa y protección en las casas donde se manifiesta la espiritualidad mayor, concuerdan en dominar su naturaleza inferior humana y armonizarla con su ser interior. De ahí en adelante, sus ascensiones son aceleradas, pues acogen las crisis como aprendizajes y no más como situaciones indeseables de las que procuran escapar, Para cada uno de estos Espíritus, se purifican y evolucionan, tienen que pasar por misiones evolutivas, y lo hacen integrados a las huestes de luz en trabajos caritativos en las tinieblas humanas, socorriendo, auxiliando, conduciendo a todos los que necesiten, con el auxilio de los Espíritus evolucionados. Por tanto, los Exús son Espíritus recién egresados de las tinieblas en evolución constante a través de la caridad desmedida, pero, no son guías espirituales. Los guías espirituales (caboclos de la selva y pretos velhos), Espíritus elevados, ya se encuentran en regiones espirituales superiores, por sus evoluciones conciénciales, y alcanzaron el mérito de ser los Espíritus Santos de Dios, Almas Benditas. Los Exús y las Pombas giras trabajan ostensivamente en el auxilio a los obcecados, y, en el trato directo con los obsesores, principalmente los quiumbas, que vienen del reino de la Kimbanda, despertándolos de sus letargias mentales convenciéndolos a integrarse a las falanges trabajadoras del bien. Los Exús y las Pombas giras pretenden un lugar mejor, una posición espiritual mejor, y para eso escogieron el trabajo de caridad en los terreiros de Umbanda en médiums conscientes y evangelizados.
 
Nota del autor: "Para el buen éxito de estas actividades caritativas, tienen estos guías como sus auxiliares, Espíritus de todas las categorías de todos los orígenes, incluso de la condición más atrasada, obedientes e identificados con las finalidades, animados de buena voluntad, prestando los servicios que les son pedidos, ordenados y posibles en la medida de sus fuerzas, en un ejercicio que constituye la más eficaz y productiva escala de perfeccionamiento moral primario, sin que pueda ser perjudicada su educación moral, por la libertad que les es permitida en sus usos y costumbres familiares, caracterizando su origen, con los cuales se vuelven posibles aquellos que se sirven de sus servicios en su propio beneficio y de esta causa santa, porque beneficia a toda la humanidad". (Texto de: José Rodrigues Lopes de Barros. Diario Carioca – miércoles, 22 de Febrero de 1933 – página 08).
 
"… Exús, como bien es ejemplificado por Leal de Souza en 1933, son Espíritus con bajo grado evolutivo. Lo que los diferencia de los demás al mismo tiempo en que permite su manifestación en los rituales de Umbanda, es su conocimiento sobre magia, manipulación de energía, que puede haber sido adquirido tanto vida, como después del desencarne. Poseen, por tanto, grado de evolución bajo en comparación con los Espíritus de las demás líneas – ya que Exú se encuentra en la séptima, la "línea de santo", que posee a San Antonio como patrono – por este motivo, su manifestación en la Tienda Espirita Nuestra Señora de la Piedad y en los ritos dirigidos por el Caboclo de las Siete Encrucijadas, siempre ocurrió debajo de gran respeto y cuidado, con médiums, fecha y lugar específicos. Generalmente, la manifestación de Exús se hacía y todavía se hace solamente necesaria en las sesiones de descarga, sesiones estas cerradas al público, pues tienen la única finalidad de fragmentar todo y cualquier residuo de energías negativas existentes en la tienda y en los médiums integrantes. Las consultas no son autorizadas, pues como es bien afirmado arriba, es seguido el entendimiento que no hay el porqué de consultarse con Espíritus que en la mayoría de los casos poseen el mismo o inferior grado de evolución que el consultante. Son los Espíritus más atrasados y más ciegos a manifestarse en la Umbanda. No hay ventaja, pues todavía necesitan instrucción pero queda claro, que Exús son adorados en la Línea Blanca de Umbanda y Demanda, sí; pueden hacer sus descargas y trabajar cuando es permitido, pero no dan consultas, así como no se hacen obligaciones para la aproximación o mejor contacto mediúmnico con esta cualidad de Espíritus en sus respectivos médiums…" (Pedro Kritsky)
 
Nota del autor: colocamos en una parte de la última frase en negrita para que todos atiendan que en Umbanda del Caboclo de las Siete Encrucijadas, así como en la Umbanda crística, no se usa de las tales "obligaciones" para afirmar a Exú y Pomba gira en ningún médium.
 
Los obreros son realmente la milicia de la Umbanda, y trabajan bajo la supervisión y ordenes de las Líneas Maestras de Trabajos Espirituales de los caboclos de la selva y de los pretos velhos. Ya leímos y oímos de umbandistas, que Zélio de Moraes no trabajaba ostensivamente con Exús por el hecho de que en la época, estos Espíritus eran en su totalidad, seres tenebrosos, ignorantes, viciados, y que hoy, ya evolucionaron y pueden entonces trabajar normalmente en los terreiros, teniendo inclusive sesiones exclusivas para ellos. Muy extraña esa disertación. Si la humanidad en dos mil años todavía no consiguió absorber el 10% de las enseñanzas de Jesús, ¿cómo pueden simples Espíritus recién egresados de las tinieblas, en simples 50, 80 o 100 años evolucionar lo suficiente para dirigir y dar atendimientos fraternos caritativos con nociones de enseñanzas crísticas? Hasta los Espíritus guías, seres de la luz, "se mantienen mudos" en los atendimientos caritativos. Por tanto, decir que los obreros evolucionaron lo suficiente desde Zélio hasta hoy, dirigiendo los atendimientos fraternos, es pura conjetura.
 
Según informaciones de la Sra. Lygia, nieta de Zélio de Moraes y actual dirigente de la Tienda Espirita Nuestra Señora de la Piedad, el primer obrero que incorporó en la Tienda, siendo su responsable, es el Sr. Marabó, siendo su primera médium la Sra. Zilka, hermana de Zélio de Moraes y posteriormente pasó a trabajar con un médium de la Tienda, conocido por "Sr. Pinto". Zélio de Moraes en 67 años de trabajos mediúmnicos ininterrumpidos nunca "incorporó" un obrero. Corroborando con el Sr. Zélio de Moraes, vamos todavía a colocar unas notas más, inteligentemente razonadas y escritos por nuestro hermano Claudio Zeus, en sus libros: "Umbanda sin miedo I, II y III":
 
"(…) Algunos son más evolucionados de lo que cualquier ser encarnado, otros tienen evolución correspondiente y otros más son todavía menos evolucionados llegándose a clasificar como Exús que cuando trabajan siguiendo la Ley de Umbanda y respetando a aquellos que les son superiores, son auxiliares de gran valía. Un médium tendrá siempre acceso más fácil a los Espíritus que se asemejen a él en grado evolutivo, pudiendo, por esfuerzo propio, alcanzar algunos niveles encima del suyo y, por estar en el plano Tierra a Tierra, alcanzar fácilmente a cualquier Espíritu más inferior (…)".
 
"(…) Un Espíritu se encuentra en la clasificación de Exú o Pomba gira porque todavía no alcanzó méritos para poder trabajar dentro de una de las caracterizaciones aceptadas por la Umbanda y de este modo, perteneciendo todavía al reino de la Kimbanda como se sabe, (no hay necesidad de explicar eso aquí) vienen a la Umbanda para trabajar según la orientación de Espíritus Superiores y a través de eso alcanzar su propia evolución (…)".
 
"(…) Durante las incorporaciones con Exús y/o Pomba giras, el médium se siente más fuerte, seguro, lo que le hace pensar que ellos son más fuertes y más seguros. Lo que él no sabe es que esa sensación ocurre mucho por el tipo de energía bastante densa que esas entidades traen consigo, y no por los posibles poderes (…)".
 
"(…) Usted nunca va a ver un quiumba portando un aura azul brillante, así como tampoco nuestros amigos Exús. Dentro del plano vibratorio en que están nuestros amigos Exús y otros, usted podrá percibir hasta, en el máximo, auras con tonalidades rojas y naranja e incluso amarillas, rosadas, unas más densas y menos densas, o sea, más compactas o más translúcidas, pero nunca brillantes. En la medida en que van ascendiendo, desprendiéndose de la materia y, por consecuencia evolucionando, estas auras van tomando aspectos más brillantes, menos densas y, ahí sí, está en la hora de la entidad de dejar de ser un Exú (…)".
 
"(…) las vibraciones de las energías de los Exús, por más evolucionados que sean, están bien próximas a las nuestras como encarnados y es por eso incluso que acostumbra a incorporar más fácilmente (…)".
 
"(…) Exús tampoco eran personajes de Umbanda y sí de Kimbanda – allá era el reino de ellos. En la Kimbanda ellos dirigen las giras, dan órdenes para el funcionamiento de terreiros, bautizan, etc. – pero algunos Espíritus de esas falanges fueron infiltrándose y siendo aceptados en los terreiros, como auxiliares – aquellos que pretendían trabajar de otras formas y por la ayuda al prójimo también (…)".
 
"(…) Lo que confunde mucho es que los terreiros de antes del Caboclo de las Siete Encrucijadas que no eran de Umbanda, incluso porque no existía la palabra, ya mezclaban a los "compadres", las "comadres", los negros y los blancos hechiceros, los indios "demandadores", etc., y tal (…)".
 
"(…) Observemos que, por la descripción de cómo ocurrió la Umbanda en el Estado de Río de Janeiro se percibe que la idea inicial era la de exactamente, separar las entidades que vendrían a trabajar para el bien y la caridad de aquellas que antes no estaban ni ahí para eso, y eran usadas, en su mayoría, (no en todas, claro) para trabajos de hechizo, amarres, demandas, encomiendas de muertes (…)".
 
"(…) Con la posterior auto rotulación de Umbanda asumida por estos mismos terreiros fue que hubo la mayor confusión, al punto de hoy (y hasta mucho antes), una gran parte de los seguidores no saber discernir más lo que es entidad de Umbanda, de Kimbanda, de Candomblé, y por ahí va. ¡Sé bien que yo no sé, no! Pienso que esta "ignorancia" es un tanto a propósito por parte de una buena parte (…)".
 

"(…) Los Exús que venían de la Kimbanda para la Umbanda eran adoctrinados (enseñados) de acuerdo con las nuevas reglas de trabajo y estaban siempre bajo la dirección del caboclo o pretos velhos como sus orientadores. Eso en la Umbanda, incluso, porque los que apenas asumieron el rótulo continuaron trabajando de la misma forma, inclusive creando demandas entre terreiros e hijos de terreiros, lo que ocurre todavía hasta el día de hoy a menor escala. Quien vivió la Umbanda de muchos años atrás sabe muy bien de eso (…)".