Puntos cantados: alabanzas e invocación
Lo que son y lo que no son
1 Al principio de la Umbanda, cuando el joven Zélio Fernandinho de Moraes incorporó al Caboclo de las 7 Encrucijadas y este dictaría las bases del culto umbandista, se prohibió el toque de tambor, los choques de palmas y los cantos debido a que, de acuerdo a los propósitos que perseguía la Umbanda, en su pedagogía, para con las almas que estaban sujetas a una espiritualidad puramente material, había la necesidad de disociar estos elementos del nuevo culto con la finalidad de que no se desviasen de la intención inicial: la desmaterialización y espiritualización. Llegó a suceder con el tiempo que el apego por estas manifestaciones de culto exterior arraigado a la cultura se pidió poder introducirse y el vocero aceptó. A la combinación de todo esto se le conoce como puntos cantados.
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La controversia en cuanto al origen de la Umbanda se previene aclarando que, la referencia hecha anteriormente obedece a la fundación de la Umbanda como institución religiosa en Brasil; se tiene sospechas de un culto pre-umbandista originado en Angola mientras otros especulan las raíces hinduistas siendo el único registro comprobado la biografía de Zélio Fernandinho de Moraes y su labor en la formación de la estructura de la religión.
2 Pero, ¿son los puntos cantados una vocalización acompañada de ritmos de significado vacío para bailar, cantar, divertirse y compartir en un festejo capaz de convertirse en un antagonismo a los valores transmitidos por la enseñanza de Jesús? ¡Claro que no! Hoy día existen muchas desfiguraciones del fundamento de lo que se hace y un montón de abusos litúrgicos con respecto a los rezos, los puntos riscados, puntos cantados, el modo y motivo de culto, retrogradando la Umbanda a un estado primitivo y generando un culto intermedio que oficia como transición hacia la Umbanda.
3 Al igual que cada oración que encierra una tesis de espiritualidad para meditación, los puntos cantados originariamente eran alabanzas dentro de las cuales la letra de lo que se entonaba contaba historias y hazañas, útiles a circunstancias particulares que se vive hoy día, ya que son el grabado de las historias de las entidades que militan en la siembra umbandista. Aparte de eso, eran un medio de invocación a la figura que se honraba con el fin de establecer comunión y fortalecernos para la vida en cuerpo y Espíritu. Ese era el fin del punto cantado direccionado al crecimiento espiritual por una vía de alabanza vibrante, sentida y práctica.
4 «Caboclo no tiene caminos por donde caminar (se repite); camina por encima de las matas, debajo de las hojas, por todo lugar (se repite)»; este punto cantado enseña sobre la capacidad de adaptación y flexibilidad representada en los caboclos ante los sucesos de la vida. El caboclo no tiene un camino por el cual caminar, por ello, camina por encima de los árboles, por debajo de la capa vegetal, por donde tenga que caminar, lo que aplicado a la vida nos integra un dinamismo con el cual flexibilizarnos para superar nuestros obstáculos y hacernos capaces de llegar a un objetivo. Claramente se parece a la alegoría propia de las parábolas de Jesús, pues, son historias simbólicas que nos enseñan algo si meditamos sobre ello.
5 Los tambores, los cantos y el ritmo potencian las capacidades del Espíritu y lo hacen vibrar en sí mismo, catalizando sus recursos psíquicos y emocionales que atraen a los Espíritus que se sienten atraídos por el magnetismo generado por la música, los pensamientos y emociones armoniosas y atractivas. Esto sucede por la afinidad de la entidad por las personas y el ambiente que se ha generado. Es decir, que ayudan a que los Espíritus buenos se aproximen a este lugar y concurran a una comunión con los presentes. Por esta razón a mayor integración, mayor consciencia, mejor el resultado. Si esto se hiciese de manera equivocada, se atraerían, por el contrario, fuentes de perturbación.
6 Si el destino del punto cantado fue en principio contar una historia simbólica con el fin de enseñar algo, fatídico desenlace el que encontró, pues, se convirtió en una adaptación rumbera a la pasión y conveniencia profana. Está claro, algunas personas están muy satisfechas en su condición y aspiran a que la espiritualidad se parezca a ellos y no ellos a la espiritualidad; estos son conocidos como rebeldes y de ellos se habla mucho como desobedientes que sufren por su propia insumisión. De ahí, puntos cantados se han creado, bonitos, con buen ritmo, representando idolatría a las personificadas entidades que han empezado a multiplicarse debido a la degeneración espiritual que ha abierto brechas a usurpadores y mistificadores que día con día inventan un nuevo nombre y una nueva biografía pero se les concede el título de entidad y se les coloca en alto pedestal.
7 Es fácil ver un vídeo en la red de una ceremonia umbandista en que, la música emula el sabor del cabaret, donde se baila al ritmo del merengue y la bachata e infelizmente no se puede decir si se tiene seguridad sobre la condición integra de quien está ahí, ello consecuencia de que las mujeres se esfuerzan mucho en parecer mujeres de cabaret y los hombres en vándalos y mafiosos de la sociedad (el auge del culto a Exú; la Umbanda kimbandera).
8 Tal parece que, lo que el Caboclo de las 7 Encrucijadas quiso evitar justamente se cumplió: se desvirtuó el fin de la herramienta. En el Antiguo Testamento, de acuerdo a la visión espirita, se establecieron prohibiciones radicales y la razón de hacerlo era, no que el culto estaba prohibido por ser puramente malo, sino que, eran propensos a hacer mal uso de este y entonces era mejor no exponerse.
9 Los puntos cantados son historias y enseñanzas que se cantan y acompañan con sonidos, cuyos instrumentos han sido utilizados a lo largo de la historia con el fin de venerar. A ellos responden Espíritus en afinidad a la calidad psíquica y emotiva de los presentes, cualidades que se incrementan a partir de la amplificación que el rito permite. Los puntos cantados no son ni deben tener el propósito de idolatrar los atributos de una entidad sino enseñar a partir de su realidad alguna lección. No deben ser partícipes a fomentar la práctica de una conducta desarreglada, acompañada de excesos con las drogas y el sexo sino impresionar a los presentes para que huyan de las actitudes negativas.
10 Todos los puntos, al igual que el Padrenuestro, el Credo y todas las demás oraciones que formen parte de una liturgia, deben estar revisadas en profunda meditación por la lupa de la consciencia buscando indicios inteligibles que permitan dejar a la persona una lección, entonces, cada vez que sea entonado en una circunstancia especial, ya sea un conflicto, una ceremonia, una ofrenda o cualquier otra circunstancia natural, al cantarlo es como recitar una oración pero aliando el sonido para elevar su fuerza magnética siendo un instrumento que amplifica nuestra psiquis.
11 Imagine usted un punto cantado que se entona dirigido a una entidad que usted no conoce, tampoco conoce el significado, la lección, ¿qué podrá obtener de certero de allí aparte de un problema? Los puntos en la liturgia de la Umbanda como instrumento práctico son un tipo de invocación fuerte que nos trae recursos espirituales en circunstancias particulares, podría decirse que es el botón tras el cristal que dice en letras resaltantes “en caso de emergencia, rompa el cristal y presione el botón”, lo que eventualmente ocasionará una respuesta dramática, pues, así mismo es el punto cantado entonado en desconocimiento: un llamado brusco y exagerado, evocando a algo que fue inventado por los hombres, lo que es aún peor, porque no sabemos en qué estaba centrada la persona que creó la letra, le añadió el ritmo y cuya calidad moral y espiritual no podemos siquiera sospechar, es decir, pudo haber disfrazado a un diablo de ángel y tú lo estarías invocando.
12 Quienes han sido participes de esta moda son víctimas de Espíritus que perturban y enseñan una falsa doctrina de crecimiento, en la cual, ellos dirigen y gobiernan, viendo en la vida de esa persona desarreglos morales y gran constreñimiento, esto último afectando mayormente a las personas nobles que ingenuamente se dejaron seducir por el sentimiento que les produjo participar del conjunto de elementos ceremonial que tiene la Umbanda y la vuelve emocional, visual y prácticamente muy atractiva, faltando hablar del fundamento que es lo esencial para la vida espiritual y es lo único que se omite con fines inescrupulosos, si no de los que la integran, por lo menos de los Espíritus mentirosos y posesivos.
13 Procure desarrollar el celo espiritual y ande con cautela, desconfíe ya que su Espíritu es eterno y el error del que participe y haga parte de él, eso se lo llevará para la eternidad. Procure seguir las pautas aquí reflejadas y por propia cuenta lograrás desvelar el origen mismo de tus propias perturbaciones espirituales y las desgracias en los distintos campos de la vida que no tienen su origen en los designios divinos sino en el error que cometiste al no preservarte de este llamado que se hace al azar a criaturas cuya procedencia es apócrifa.
:::Chico Xavier de Òşờớsí:::
Lo escrito aquí persigue un propósito ecuménico y fraterno, acatando el deber que con la difusión escrita tengo con el Bien Común, expresa en la siguiente cita:
¿El escritor de determinada obra será juzgado por los efectos producidos por su labor intelectual en la Tierra?El libro es igualmente como la siembra. El escritor correcto, sincero y bien intencionado es el labrador precavido que alcanzará la cosecha abundante y la elevada retribución de las leyes divinas a su actividad. El literato fútil, amigo de la insignificancia y de la vanidad, es como aquel trabajador ocioso y nulo que “siembra vientos para recoger tempestades”. Y el hombre de inteligencia que vende su pluma, su opinión y su pensamiento, en el mercado de la calumnia, del interés, de la ambición y de la maldad, es el agricultor criminal que humilla las posibilidades generosas de la Tierra, que roba a los vecinos, que no planta y no permite el desarrollo de la siembra ajena, cultivando espinos y agravando responsabilidades por las cuales responderá un día, cuando hubiera despedido la indumentaria del mundo, para comparecer ante las verdades del Infinito.