La herencia no tiene nada que ver con mediumnidad ni con facultades aunque se observe mayor tendencia de facultados naciendo en el seno de un hogar con otros miembros así, no obstante, existe también la excepción a ese caso porque conviene a algunos individuos ni enterarse de que existe algo llamado mediumnidad hasta cierto momento.
Las luces se refieren a las emanaciones de fluidos magnéticos que irradian una luz visible ante los ojos capacitados, es decir, tanto encarnados como desencarnados lo pueden apreciar. Es una de las causas de los disturbios de la mediumnidad y sus perturbaciones ya que los Espíritus tienden a acercarse ya sea para apoderarse de ti, otros para alimentarse de esos fluidos y otros incluso más ignorantes para buscar protección en el médium de los seres tenebrosos y devotos al mal que predominan en su mundo.
El desarrollo de la mediumnidad no tiene nada que ver con el desarrollo moral e intelectual de un médium; este desarrollo se caracteriza por el condicionamiento de los cuerpos sutiles para permitir fenómenos de mejor calidad y mejor controlados. La capacidad de ser más mecánico, o sea, que te controlen la parte motora, o ser más intuitivo, que predomine las facultades intelectuales o sugestivas, dependen de la intensidad de la sensibilidad de esa mediumnidad lo que permite un trance en mayor o menor escala, de ahí que un trance fuerte se diga es una elevada escala en referencia a ser el extremo mayor que se alcanza cultivando ese método. No obstante, la escala espiritual depende de la parte moral e intelectual y son las que realmente producen el adelantamiento espiritual y afirman la afinidad con Espíritus de mejor estatus. Un médium potente en el fenómeno que solo incorpora y transmite todo sufre, y lo hace porque no tiene control de su facultad y por ende, absolutamente todo de aquel lado procura utilizarlo y ahí surge el desarreglo en su vida que justifica que hayan tantos y tantos que ligados a una religión redentora no consigan salir de los problemas, la enfermedad, los pleitos y otros.
Hay otras formas de mediumnidad también sometidas a estas variables, tales como el desdoblamiento, los sueños, el sonambulismo, la escritura automática, la videncia, audición y otros, todos encajados entre las manifestaciones mecánicas o intuitivas ya que unos solo son facultativos en trances profundos y otros pueden estar lucidos y aún así manifestar un registro de datos del otro lado lo que es la forma de mediumnidad más común en la población general. Y que nadie diga que no existen estas modalidades, en Venezuela son minoría pero los hay que estando dentro de las religiones convencionales expresan las más raras formas de mediumnidad, incluso en el culto solo que se ha popularizado la incorporación aunque no por eso quiere decir que se ha perfeccionado su uso si cada vez vemos más errores y consecuencias de esos errores.
